Omega Seamaster F300. Electrónico. Suiza. Calendario. Diapasón

Reloj de pulsera para caballero fabricado por la prestigiosa casa suiza Omega a principios de los años setenta.

 

Se trata del modelo f300, un cronómetro de extrema precisión y corazón electrónico.

 

Lleva la caja acabada en acero mate, con la tapa posterior roscada grabada con el logo de Seamaster, y la esfera rematada en color gris, con los índices y las agujas en blanco y plata y el anagrama de la firma resaltado en rojo.

Monta segundero central y muestra un calendario simple de cambio rápido a la altura de las tres que se regula con la corona firmada.

 

Viene con correa de piel azul y pespunte blanco, cristal mineral y mide 4,1 centímetros de diámetro por 0,9 de grosor.

 

Equipa una maquinaria dorada sobre 12 gemas de tipo electromecánico que se caracteriza, entre otras cosas, por su zumbido característico y por el movimiento fluido, casi un deslizamiento, de la aguja del segundero.

 

Se encuentra en perfecto estado de conservación para sus años, trabajando sin problemas y con pocas señales de uso y tiempo.

 

La unidad que sale a la venta fue desarrollada por la industria helvética durante la década de los sesenta para competir contra la pujanza del famoso Accutron de Bulova y la irrupción de los económicos movimientos de cuarzo llegados de Japón.

 

Para ello, se creo un consorcio de empresas, con Omega a la cabeza, que contrató al físico Max Hetzel para que diseñara un calibre, el ESA 9162, que se basa en las patentes de la firma estadounidense y que también emplearon marcas como Certina, Eterna o Zenith.

 

Este mecanismo, al contrario que el cuarzo, es de extrema complejidad y se regula con un diapasón con dos bobinas que vibra a 360 ciclos por segundo estimulado por un circuito eléctrico alimentado por batería, lo que arroja una desviación de apenas unos segundos por mes.

 

Está dirigido a coleccionistas y aficionados a los relojes de pulsera antiguos de la marca Omega.